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1
Aplasta las papas cocidas en un tazón grande.
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2
Añade los ingredientes restantes al tazón con las papas. Mezcla, luego amasa para formar una pasta suave.
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3
Una vez amasada, divide la masa de papa en 8 a 10 porciones. Forma cada porción en forma de croqueta alargada (más o menos como una salchicha corta).
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4
Coloca las croquetas en una bandeja para galletas o bandeja para hornear cubierta con papel encerado o papel para hornear (papel pergamino). Coloca la bandeja en el refrigerador para enfriar las croquetas durante 15 a 20 minutos.
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5
Retira las croquetas del refrigerador una vez que se pongan firmes. Pasa cada una por la harina de maíz para cubrirlas. Quítales el exceso de harina de maíz.
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6
Calienta el aceite en una sartén honda. Coloca con cuidado las croquetas en el aceite caliente y fríelas a temperatura media. Las croquetas estarán listas cuando estén doradas.
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7
Retira las croquetas de la sartén con pinzas u otro instrumento adecuado.Coloca las croquetas en un plato forrado con toallas de papel para que se escurra el exceso de aceite.
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8
Sírvelas mientras estén caliente. Estas croquetas son excelentes, con salsa o salsa de tomate u otros condimentos de tu preferencia.
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