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1
Bate la harina, la azúcar y la sal.
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2
En un tazón separado, bate los huevos y la leche.
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3
Agrega la mezcla de huevo a los ingredientes secos.
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4
Revuelve hasta que la masa esté suave.
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5
Incorpora la mantequilla derretida.
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6
Deja reposar la masa durante 2 horas en el refrigerador.
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7
Calienta una sartén redonda de 13 x 15 cm (5 x 6 pulgadas) a fuego medio bajo a medio hasta que esté muy caliente.
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8
Rocía aceite en aerosol antiadherente en la sartén. Retira la sartén del fuego y agrega una pequeña cantidad de mantequilla. La mantequilla deberá chisporrotear apenas toque la sartén. Rápidamente gira la sartén para que se distribuya la mantequilla.
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9
Agrega una cucharada o dos de la mezcla. Gira rápidamente la sartén para cubrir el fondo con la masa.
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10
Pon la sartén nuevamente en el fuego y cocina hasta que la parte superior de la crepa se vea seca y la parte inferior ligeramente dorada.
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11
Voltea la crepa y cocínala unos segundos más. La parte inferior no necesitará estar de color marrón, pero deberá estar seca. Algunos cocineros omiten este paso y si decides hacerlo así, asegúrate de que la parte superior de la crepa está bien cocida. Estará seca y bien dorada en ciertos puntos.
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12
Inmediatamente pon la crepa de la sartén a un plato.
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13
Apila las crepas entre láminas de papel parafinado.
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14
Continúa cocinando hasta que la masa se acabe.
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15
Las crepas podrán mantenerse calientes en una rejilla puesta sobre una bandeja para hornear dentro del horno a 120 °C (250 °F).
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16
Pon una crepa tendida en un plato para postres. Agrégale una buena cantidad de nutella.
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17
Enrolla la crepa en forma de cigarro. Presiona la crepa suavemente para distribuir el relleno de Nutella de manera uniforme, si lo deseas.
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18
Sírvela con una porción de crema batida endulzada con un poco de azúcar y con toque de vainilla o brandy, si lo deseas.
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19
Listo.
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