-
1
Para lograr una auténtica salsa siciliana, asegúrate de utilizar hierbas frescas.
Anuncio
-
2
Corta la cebolla vidalia en cuadritos.
-
3
Pica el ajo. Si lo prefieres puedes comprar ajo molido.
-
4
Vierte el aceite de oliva en una cacerola honda y calienta a fuego medio.
-
5
Agrega la cebolla picada al sartén, una vez que el aceite esté caliente (por lo general de uno a dos minutos). Cocina por cinco o diez minutos, y revuelve ocasionalmente hasta que la cebolla esté suave, pero no dorada.
-
6
Agrega el ajo al sartén y revuelve para que se mezcle con la cebolla. Si utilizas las pasas o piñones, puedes añadirlos en este paso. Dóralos despacio, ya que pueden quemarse fácilmente.
-
7
Abre todas las latas (excepto la pasta de tomate), mientras que el ajo se está cocinando. Revuelve después de que abras las latas. Enseguida corta la calabacita en cuadritos.
-
8
Añade el tomate en cuadritos al sartén, y revuelve para dejar que la mezcla comience a hervir. Agrega después la calabacita.
-
9
Añade al sartén el puré de tomate, y la salsa de tomate. Continúa revolviendo para que la mezcla siga hirviendo.
-
10
Abre las dos latas de la pasta de tomate y agrégalas al sartén. Asegúrate de quitar bien las tapas para que no se caigan dentro de la salsa.
-
11
Revuelve para que se mezcle bien la pasta de tomate en tu salsa. Si la pasta vuelve tu salsa muy espesa, añádele un vaso de agua.
-
12
Machaca las anchoas y añádelas a la salsa junto con el aceite. (Este es el verdadero secreto para una buena salsa siciliana).
-
13
Agrega la albahaca, el orégano, el perejil y la sal. Mézclalos muy bien.
-
14
Reduce el fuego de la estufa, y cocina a fuego lento durante dos horas, revolviendo la salsa de vez en cuando.
-
15
Sirve la salsa sobre una pasta o en tu platillo favorito, y esparce por encima queso mozzarella.
Anuncio
No hay comentarios:
Publicar un comentario