El aceite de oliva y la leche de almendras pueden reemplazar la mantequilla y la crema usadas frecuentemente para hacer bechamel. Esta salsa, que es un alimento básico en Francia y en Italia, hace un sabor delicioso en las lasañas vegetarianas o sobre los vegetales cocidos en un plato gratinado.

Ingredientes

Porciones: Alrededor de 8

1

Calienta el aceite de oliva en una cacerola grande hasta que empiece a titilar.

Anuncio
2

Agrega la harina de garbanzo, la harina de almendras, el cubo de caldo vegetal, la mejorana seca y el romero, tomillo o estragón. Calienta los ingredientes durante 5 minutos, revolviéndolos hasta que empiecen a burbujear y tengan la apariencia de arena mojada.
3

Vierte la leche de almendras y revuelve con un batidor durante unos 10 minutos, o hasta que la mezcla empiece a espesar. Puedes llevarla a fuego lento, pero no dejes que hierva.
4

Prueba la salsa y sazónala con sal y pimienta si es necesario.
5

Usa la salsa en una receta o guárdala en el refrigerador en un recipiente hermético durante 2 o 3 días.
6

Listo.

Anuncio

Tendrás que revolver la salsa constantemente a medida que se cocine para quitar todos los grumos.
Prueba rallar un poco nuez moscada fresca sobre la salsa para darle un sabor diferente.
Puedes sustituir la harina de garbanzo por la harina para todo uso, y la harina de almendras por semillas de marañón, dependiendo de lo que tengas en tu alacena.

Anuncio

Esta salsa no se congela muy bien, por lo que sólo se puede usar unos pocos días después de haberla hecho.